Formados en Bilbao en 2011, Antigua Johnson son un buen ejemplo de
proyecto musical que bucea en el ingente legado del siglo XX.
Eclécticos, ampliamente documentados y arriesgando en cada pieza que
tocan, se mueven más o menos en el centro matemático que separa a los
músicos de conservatorio de los bluesmen que componían en las
plantaciones de algodón hace cien años (con más admiración hacia estos
últimos, eso sí).
Hay bandas que han inventado géneros. Otras que se limitan a
encasillarse en uno sólo. La mayoría pensamos que a estas alturas es
difícil inventar algo nuevo, y algo nuevo y digno, prácticamente
imposible. Por eso Antigua Johnson prefiere abrazarse a estilos
distintos, variopintos y equidistantes en cronología y geografía,
acercándose al legado de otros con respeto pero sin demasiados
complejos.
